Según ha informado este jueves en una nota de prensa la Policía Nacional, el propietario del trastero dio aviso a la Policía Nacional cuando descubrió el artefacto explosivo, el pasado mes de julio, por lo que hasta el lugar se desplazaron agentes que establecieron un perímetro de seguridad para impedir daños a personas u objetos que pudiesen encontrarse en las inmediaciones.
Después, técnicos de desactivación de explosivos (Tedax) comprobaron que se trataba de una granada de mortero de 40 milímetros tipo Breda, de fabricación italiana, que tiene una alta carga explosiva.
Los Tedax aplicaron el protocolo de seguridad establecido para estos casos y procedieron a su traslado con el fin de desactivarla, lo que llevaron a cabo el pasado 13 de julio, ha indicado la Policía Nacional.
Asimismo, ha señalado que este tipo de situaciones se produce con cierta frecuencia, por lo que ha recomendado que se evite manipular el objeto, recogerlo o trasladarlo a otro lugar porque si bien suelen tener muchos años, la carga explosiva puede estar intacta y detonar con el movimiento y que se avise de forma inmediata a la Policía Nacional.